La mayoría de los casos de cáncer de próstata se descubren a tiempo, a través de la detección. Por lo general, el cáncer de próstata en etapa inicial no causa síntomas. Los casos más avanzados pueden presentar síntomas, como:
- Problemas al orinar, incluyendo un flujo urinario lento o debilitado o necesidad de orinar con más frecuencia, especialmente de noche
- Sangre en la orina o el semen
- Dificultad para lograr una erección (disfunción eréctil)
- Dolor en las caderas, la espalda (columna vertebral), el tórax (costillas) u otras áreas debido a que el cáncer que se ha propagado a los huesos
- Debilidad o adormecimiento de las piernas o los pies, o incluso pérdida del control de la vejiga o los intestinos, debido a que el cáncer comprime la médula espinal.
Pruebas Diagnósticas
En su mayoría el cáncer de próstata se detecta primero, al hacer la prueba de sangre, para detectar el antígeno prostático específico (PSA) o mediante el tacto rectal (DRE). Por lo general, estos en etapas iniciales no causan síntomas, en cambio en los casos más avanzados, se pueden detectar, debido a los síntomas que causan.
Sí se sospecha cáncer de próstata, basándose en los resultados de las pruebas de detección o en los síntomas, será necesario realizar pruebas para confirmarlo. Si usted acudió a su médico de cabecera, es posible que le recomienden a un urólogo, un médico que trata los cánceres del tracto genital y urinario, incluyendo la próstata.
El diagnóstico definitivo de cáncer de próstata, se puede llevar a cabo únicamente, mediante una biopsia de la próstata.