El dolor es una señal del sistema nervioso, que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. El dolor puede ser agudo o sordo. Puede ser intermitente o ser constante. Puede sentirse dolor en algún lugar del cuerpo, o sentirse dolor generalizado.
El dolor puede ayudar a diagnosticar un problema. Sin dolor, usted podría lastimarse gravemente sin saberlo o no darse cuenta de que tiene un problema médico, que requiere atención.
Aunque la piel actúa como una barrera protectora, es permeable a muchas sustancias, entre las que se incluyen ciertos fármacos. Los medicamentos con un peso molecular bajo y con una liposolubilidad intensa son especialmente idóneos para su administración por vía transdérmica.
Cuando se absorben a través de la piel, los fármacos evitan el sistema gastrointestinal, así como, el metabolismo de primer paso, al intestino e hígado. Debido a que este metabolismo, puede dar lugar a compuestos asociados a diversos efectos adversos, ésta es una ventaja importante de la administración de los medicamentos por vía transdérmica.
Cuando se coloca sobre piel intacta, el parche transdérmico, crea un gradiente de concentración, entre la elevada concentración del fármaco existente en el parche y la baja concentración de éste, que existe en la piel.